Novia bereber
La proximidad nos hace compartir pero no nos hace iguales, y si hay un mar entre dos continentes, las diferencias son obvias. Tan cerca y a la vez, tan lejos es lo que pensamos los que viajamos, repetidamente, a Marruecos. A la otra orilla de Gibraltar se nos abre un mundo que, cada vez que vamos, nos deja atónitos. Alguien dijo que Africa empieza en los Pirineos, pero solo hay que ir a Tanger, ciudad costera a pocos kilómetros de la Península, para sentir que no es cierto.
Belleza tangerina. 1891
Prueba de ello es la exposición Josep Tapiró. Pintor de Tànger. Museu Nacional d'Art de Catalunya. Según el catálago "Josep Tapiró (Reus, 1836-Tánger, 1913) fue uno de los acuarelistas más cotizados en el mercado artístico internacional durante la segunda mitad del siglo XIX. (...) El deseo de conocer la sociedad norteafricana y de retratar de la forma más fiel posible le llevan a establecerse en Tánger. Durante más de 30 años, se mezcla con los locales y presencia como la vida tradicional se va perdiendo ante la imparable transformacion urbana".

El morabit

Fiesta de los Issawa, 1885